jueves, 4 de marzo de 2010

Aníbal y los gansos

¡QUÉ BUEN SOFISTA, EL ANÍBAL!
Tiene derecho, sí señor, tiene todo el derecho del mundo este “sabio” caballero de llamarnos GANZOS a todos los que vamos al fútbol desde chicos, en general, y a los que fuimos el domingo 30 de marzo a la cancha de Vélez, en particular.


Este eximio contador público nacional y brillante abogado del derecho occidental y cristiano, con su inmensa sabiduría, tiene toda la razón al tratarnos despectivamente a los GANZOS que hablamos sin saber. Máxime, si tenemos en cuenta, que tan prominente hombre, jamás ejerció esas profesiones en toda su vida porque abrazó desde joven la vocación sublime y excelsa por la política. Por lo público, por la cosa pública (para él y para sus herederos) y, también, para nosotros (¿?), donde aprendió tanto pero tanto que hoy concentra en la población grandes franjas de admiración y simpatía por todo lo que nos ha “enseñado”.
Y es lógico que esto sea así porque el “gran” hombre y el “abnegado” funcionario público es un verdadero sofista, o sea un genio en el uso de sofismas, o sea un hábil generador de silogismos, o sea un personaje que mediante prueba o refutación aparentes pretende siempre confundir al contrario, o sea un José María cualquiera, o sea… uyyy ¡Dío mío!, me fui al carajo.
Bueno, retomando mi ataque de ignorancia y conociendo mis limitaciones (respecto de tan “prominente” figura) no me resigno a que semejante “sabio” no respete la “ignorancia” de los simples mortales como yo. Y, por ende, me proclamo GANZO (me hacen el aguante algunos amigos chacareros, otros de clase media y un grupo de docentes que pasaba por la puerta de mi casa y entraron al escuchar nuestros graznidos) y manifiesto lo siguiente:
-Soy GANZO porque hace más de 40 años que concurro a las canchas de este país y del exterior pagando las entradas de mi bolsillo.
-Soy GANZO porque pasan los gobiernos y la complicidad entre las fuerzas de seguridad con los dirigentes y con los forajidos barras-bravas me asquea.
-Soy GANZO porque he visto y veo como los revendedores de entradas (que pertenecen a la barra del club de mis amores) venden descaradamente en las avenidas Del Libertador, Udaondo, Figueroa Alcorta y Lugones entradas comunes y de protocolo (entregadas por nuestros dirigentes) a la vista de los oficiales y sub-oficiales de la Policía Federal que se ríen y bromean con ellos.
-Soy GANZO porque en Brasil (con mis propios ojos) y en Paraguay (con los ojos prestados de íntimos amigos) hemos visto cómo el Dr. Seveso curaba las heridas de algunos “valientes” de la barra con la aquiescencia y complicidad de los dirigentes que acompañaban a la delegación de River Plate.
-Soy GANZO porque no tolero recibir tres o cuatro cacheos en cada cancha a la que concurro para que un rato después lleguen esos “hinchas caracterizados” y entren como “panchos por su casa” con la parafernalia belicosa que usarán más temprano que tarde contra sus semejantes.
-Soy GANZO porque compañeros míos han sido golpeados, para robarles una simple bandera irónica, por empleados del club del que soy socio y funcionarios del mismo (perfectamente identificados) salieron en defensa de esos energúmenos para convencer a la policía que no los lleve detenidos.
-Soy GANZO porque en las tribunas de cualquier cancha la droga, en sus diversas formas, se pavonea sin problema alguno ante la mirada pasiva y complaciente de los que tienen que intervenir para erradicarla.
-Soy GANZO porque observo cómo se cajonean las causas judiciales abiertas, porque no tengo respuesta de la Justicia de las causas generadas por nuestro Movimiento y por otros dirigentes opositores, porque los fiscales no actúan de oficio con pruebas concretas que aporta la tecnología actual y porque veo al miembro titular de Comisión Directiva, Hernán Córdoba (fiscal de la Nación), reprocharle a un amigo mío, en la confitería de River, el haberlo expuesto en su real magnitud en el programa Competencia (de Víctor H. Morales) al afirmar que “… Córdoba hace la vista gorda con las irregularidades que se suceden en nuestra Institución”.
-Soy GANZO porque no acepto la hipocresía de nefastos dirigentes como Caselli, Santilli (padre e hijo), Bravo, Díaz, Alvarez, D´Onofrio, Davicce, Aguilar, Israel, etc. y sus esbirros que le han dado todo a la barra y nos quieren hacer creer que son carmelitas descalzas. ¿O ningún socio de River ha visto a estos personajes, dentro o fuera del club, “hablando” coloquialmente con los Alan y Adrián de turno aunque juren y perjuren que no los conocen? ¿O nos olvidamos de la hermosa bandera que le regaló Caselli a la barra? Por favor…
-Soy GANZO porque no “entiendo” la relación estrecha entre tan “magno” funcionario nacional y sus relaciones peligrosas: Grondona-Meizner (ex presidente de Quilmes y actual mano derecha del padrino en la AFA)-Villordo (tendrá, todavía, el cadáver en el freezer)-Aguilar (premiado con un carguito en la FIFA)-patotas funcionales (multiuso, no sólo para el fútbol), a las que no se puede ni se quiere tocar.
-Soy GANZO porque no me cierra qué hacen esos patovicas en las puertas de acceso al Monumental con pecheras verdes que tienen impresas la palabra “Control” y pidiendo los carnets o las entradas a los que concurrimos al mismo. Sobre todo, cuando River tiene máquinas automáticas de control más varios empleados en cada entrada y cuando a muchos de estos individuos sin identificación alguna se los ha visto dentro de la barra-brava en la Popular, aquí y en el exterior.
-Soy GANZO porque los diarios de esta semana (primera de abril del 2008) me quisieron “vender” que uno de los nuevos líderes de la barra, un tal Joe, tiene estrechas vinculaciones con el P.J. y labura o laburó en el PAMI. Soy un estúpido si les creo, ¿no?
Podría seguir unas cuantas horas más enunciando muchas cosas que me identificarían como GANZO en un país tan” limpio y transparente” como el que habito. Pero me indigné y me cansé de sacar tantas experiencias y hechos objetivos de mi mente. Por ello, siento como una lucidez aparente que me dice: NO PENSÉS MÁS, PARA QUÉ, SI TOTAL TENEMOS A EL ANIBAL QUE CON SU “INTELIGENCIA” Y SU “INCORRUPTIBILIDAD” PIENSA Y HABLA POR TODOS NOSOTROS.
Vuelvo, calmado, a mi ignorancia y les grito a todos: ¡VIVAN LOS GANZOS Y MUERAN LOS VIVOS QUE CRITICAN A ESE HOMBRE PROVERBIAL!
Y repito aliviado para mis adentros: gracias, gracias Aníbal por cuidarnos a nosotros, los ganzos…

Prof. Jorge Leone

3 Abril 2008

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