domingo, 11 de agosto de 2013

YO REPRESENTO, TU REPRESENTAS, ÉL ¿REPRESENTA?


Jugadores que no son totalmente nuestros. Jóvenes que llegan a River con porcentajes de terceros ya otorgados. Padres y el abuso de la patria potestad. Dirigentes que obligan a los chicos a ser representados por tal o cual empresario “amigo”. Derechos económicos que se pierden por los caminos del Señor. Triangulaciones truchas. Personas físicas y jurídicas, sin patrimonios serios y justificables, propietarios de profesionales y juveniles. Evasores tributarios, o no, que compran jugadores como grupos empresarios “habilitados”. Porcentajes de derechos económicos que cambian de un balance al otro sin que entre un mango a River.

¿Y ventas/compras directas de club a club? No, gil, ya no se “usa”… perdón, no conviene. Además, son promesas de campaña…

No me preocupa el grito de los violentos, de los corruptos, de los deshonestos, de los sin ética. Lo que me preocupa es el silencio de los buenos”. (Martin Luther King)

¡Qué frase, por Dios, qué frase! Y cómo queda patentizada en lo que ha ocurrido con el derecho a la información. El silencio de los buenos, la-men-ta-ble-men-te, es atroz, como diría uno de los tantos desagradecidos “hijos del Club”: Ahumada.
Los que miran sin hacer, los que critican sin moverse de sus lugares, los que dejan que sus lugares los ocupen otros, los miedosos de siempre, los que dicen para qué calentarse si permanentemente pasa lo mismo, etc., etc., etc.
Y este posteo habla de todo ello. De los que saben que ocurre lo que demostraré acá, de los que se hacen los tontos tapándose los ojos y no protestando ante las autoridades, de las complicidades de los cómplices (disculpen el juego de palabras) de los dirigentes en el saqueo de nuestra Institución, de los que no toman el toro por las astas y utilizan al Estatuto (por más limitado y ambiguo que sea) y a otros organismos del Estado para denunciar lo intolerable. O sea, habla del silencio de los buenos que se termina convirtiendo en las venalidades de los malos, que se termina convirtiendo en las componendas con los ladrones, que termina mutando hacia la doble valoración y el doble discurso, que termina mostrando lo cínico y lo vacío de las palabras de la mayoría de los socios de River, que termina demostrando lo poco que les interesa su pertenencia y, sobre todo, lo duales que son en su doble estándar moral (“no quiero más corrupción, no los aguanto más, no se puede tolerar esto de ningún modo, basta de canjes/forreos/incumplimientos/mentiras/vaciamientos pero, pucha, no hay nadie que haga algo”). Y, encima, ese charlatán de Leone hinchando las pelotas con sus de-mos-tra-cio-nes concretas, reales y tangibles. Encima tuvo la “suerte” de sacar adelante el derecho a la información, demostrándonos, sí de-mos-trán-do-nos, que un solo boludo puede hacer tantas cosas mientras los demás (miles, por cierto) lo miramos por T.V.

Todo empezó con el balance truchísimo del período 01-09-11 al 31-08-12. ¡Qué pedazo de mamarracho! Sólo un Club con socios como los nuestros puede digerir, y dejar pasar, esta oprobiosa vergüenza.
Un hombre honorable y consustanciado con lo riverplatense hasta los tuétanos, el SEÑOR (con mayúsculas) Marco Grosso, representante de socios que dejó al oficialismo al comprobar lo fraudulento que es, estuvo trabajando conmigo en el análisis de las valuaciones y porcentajes de los jugadores que nos pertenecían. Los comparativos de un año a otro, resultaron llamativos pero, lo más grave, surgió del análisis de Marco cuando descubrió quiénes eran y qué ¿capacidad? económica tenían los dueños/representantes/intermediarios de los porcentajes de los derechos económicos de los profesionales y de los juveniles de River.
 
La misma fue ratificada por mi persona, el 18 de junio del corriente año, en sede judicial.  



Y acabo de presentar una ampliación de pruebas que apoyan lo precedentemente denunciado.  

No gastaré ni un minuto más de mi tiempo para explicar cosas que, con sólo leer detenidamente los documentos de este posteo, eximen de mayores comentarios y/o razonamientos. Sólo un necio y/o un bruto y/o un ignorante y/o un chorro (de los tantos que tenemos) no pueden entender lo que aquí se cuenta y se muestra. Ah, casi me olvido… los buenos, con su silencio, también pueden mirar para otro lado sin ser catalogados con las adjetivaciones anteriores.

Como sustento y base de todo lo explicitado, y para corroborar el trabajo de Marco y mío en relación a los fundamentos y elementos probatorios aquí insertados, pueden ver en este blog los siguientes links:


Para finalizar, y no perturbar más a los buenos, les aclaro que, otra vez más, estamos en manos de la Justicia independiente que tenemos en la Argentina. O sea, estamos dentro de la lotería o de la tómbola. ¿Saldrá pato o gallareta? ¿Les interesará ir hasta el hueso o mandarán la causa a archivo? Veremos. Total, a muchos de los buenos, ciertas mafias políticas y periodísticas los convencieron que esta Justicia es independiente y no hay que reformarla.
Mientras tanto, y en estos últimos 13 años y medio, ningún dirigente de River ha ido preso a pesar de los terribles fraudes y hechos delictivos en los que incurrieron.
Pero lo importante, para Marco y para mí, es que no nos gusta ser “buenos” y decir que “amamos” a River cuando, la verdad, es que sólo nos importa que gane el domingo (como les pasa a la mayoría absoluta de ustedes, los socios de River Plate). Preferimos ser “malos”, moviendo el culo de nuestras sillas y saliendo a la calle a pelear por nuestro Club y nuestros derechos, porque el sentimiento riverplatense lo llevamos bien adentro y no se negocia desde ningún lado. Como, casi siempre, sí lo hacen la mayoría de los buenos

No hay comentarios:

Publicar un comentario