domingo, 14 de noviembre de 2010

ARRÉSTEME SARGENTO Y PÓNGAME CADENAS…

Millonario negocio de la 'barrabrava' de River Plate homologada por la Comisión Directiva del club.

Confieso que he pecado. Confieso que debo expiar mis culpas. Confieso que soy partícipe necesario de un delito. Confieso que debo ir preso. Lo bueno es que estoy en Argentina y Dios me lo perdonará, a la Justicia no le importará y la mayoría de los ciudadanos que habitan este bendito suelo sostendrán que soy un tarado, un pobre idiota; nunca un delincuente.

Haré el correspondiente descargo, entonces: martes 9 del corriente mes, hora 13 aprox., la voz en el teléfono de Roberto Gonzalez (fiscalizador suplente de la lista de Passarella), el motivo era ofrecerme una entrada sin cargo para ver el recital de Paul Mc Cartney para el miércoles 10 (por orden de la presidencia), la debía pasar a buscar por la sala de reuniones de la Comisión Directiva ese mismo día.
Mi respuesta fue agradecer el ofrecimiento pero, a continuación, manifesté mi deseo de que fuera utilizada por el Club sugiriendo que se vendiera en el “mercado” y que el dinero resultante ingresara a la tesorería de River como donación de este servidor. Tal como lo vengo haciendo con las entradas de protocolo que nos dan a cada representante de socios en los partidos de local (las que pago religiosamente). Contestación: “… de ninguna manera, yo la devuelvo a presidencia y ellos verán qué hacen.”
Hasta aquí los fríos y descarnados hechos.
Ahora bien, hoy leía en Urgente24 una nota que, entre varias cosas, afirmaba lo siguiente: “… no podría explicarse cómo 'entradas sin cargo' que los organizadores del recital de Paul McCartney habrían entregado, por contrato, al club que les alquiló el estadio Monumental (para sus directivos, familiares y amigos), terminaron en la reventa callejera de los 'barrabravas', según el documento fílmico que exhibió el canal de noticias C5N.” Cliquear en link: http://www.urgente24.com/index.php?id=ver&tx_ttnews[tt_news]=150865&cHash=31a18de8ce)
Culpa de estos “periodistas” me convertí en un bandolero, en un pecador y, sobre todo, en un imbécil. ¡Yo pensando en mi amado River y el resto de los dirigentes del club, sus familiares, muchos empleados y, sobre todo, los barras o sus compradores disfrutando al ex Beatle! Merezco que me envíen al paredón. Total, en River, mano de obra desocupada sobra para ejecutar la sentencia.
Hablando en serio: no toleraré jamás las prebendas y ventajas dirigenciales, me molesta soberanamente que haya “hijos y entenados” en cualquier núcleo social (mucho más en mi Club), no soporto que algunos cientos de fulanos (entre los que me incluyo, aunque pague mis entradas protocolares) gocen de beneficios que el resto de los mortales riverplatenses no tienen y, lo peor de todo, no me bancaré en toda mi vida que elementos marginales y nefastos de la Institución lucren con lo que no es de ellos para que el resultado de lo “producido” sea utilizado en fines espurios. Por último, maldigo a todas aquellas lacras que prohijan, fomentan y desarrollan estas inmundas connivencias que terminan conformando las asociaciones ilícitas que NADIE se atreve a exterminar. Ni nuestros dirigentes, ni nuestros políticos, ni nuestros jueces, ni nuestras fuerzas de seguridad.
Expuesto lo precedente, sólo me resta “agradecer” a mi presidente por acordarse de mi persona, y de mi cargo, y espero que haya “disfrutado”, junto a los suyos, de tan importante recital.
 

1 comentario:

  1. Pruebe con hacer la denuncia a la línea ética de KPMG y tal vez obtenga algún resultado que le limpie un poco la conciencia.

    Saludos! Enrique

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